El día del rumor


Perplejos. Así se podría definir la actitud de los numerosos periodistas que me acompañaban en la redacción frente a esa pantalla negra y la hora cambiante en el centro. Como marcando territorio -como hacen los perros- frente a la noticia que, a modo de repugnante rumor, circulaba en todas las redacciones. Esa placa, esos rumores, los llamados para comprobar si era cierta la noticia sobre la muerte de Diego Maradona... La perplejidad trocó en indignación cuando desde la clínica salieron a desmentir los rumores... la mentira. ¿De dónde salen esas informaciones? ¿Quién fue el que sacó fotos de Diego internado y entubado en el Sanatorio Güemes? ¿Quién obtuvo las imágenes de Maradona en estado de embriaguez en un casino ruso? Teniendo en cuenta la intimidad de las personas, no cabe ninguna duda que el entorno del astro está involucrado. Hay alguien del entorno que no lo quiere como corresponde a Diego y sigue lucrando con la imagen y el dolor de una persona que está atravesando duros momentos. Tampoco resulta casual que justo el día en que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, debía responder las preguntas de la oposición sobre el caso Skanska -que quedó en intenciones porque optó por no responder nada- o que los docentes de Santa Cruz incrementen su protesta, haya aparecido esta información falsa. Pero la placa negra, los colegas que saltaban a la yugular de médicos o policías que salían de la clínica de Almagro, quienes aprovecharon el momento para seguir lucrando con la imagen de Maradona, nos obliga a replantearnos la ética y si debemos guiarnos por rumores. Para pensar un rato...

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