Una ayudita para mis amigos


Mi amigo y psicólogo -siempre es bueno tener uno a mano, por las dudas- Oscar Vázquez suele sorprenderme con sus escritos que, además de estar bien escritos, ayudan en momentos en que uno comienza a flaquear. Vaya, entonces, desde aquí la última nota escrita por Oscar, digna de ser leída.



CARENCIA DE CONFIANZA

La carencia de confianza se caracteriza por una descalificación del propio potencial y un sobredimensionamiento de los defectos, así como una sobrevaloración de las virtudes de los demás. Es frecuente escucharlos quejarse de su mala suerte y señalando la suerte de los demás, lo que de alguna manera no hace más que reforzar la reacción social de alejamiento ya que tienden a considerar que poseen algún rasgo intrínseco que los descalifica para seguir adelante intentando crear metas y proyectos, o bien, se apoyan en estrategias pobres o con una baja tolerancia a la frustración de modo tal que no son capaces de esperar el logro de resultados positivos y claudican tempranamente.
Esta actitud desvalorizada ante la vida se caracteriza por la falta de confianza en sí mismo y en el propio potencial, y se origina en ambientes en los que las actitudes de iniciativa e independencia de los chicos no son retroalimentadas adecuadamente, entonces cuando el niño comienza a explorar el mundo o a realizar pequeñas tareas, se encuentra con falta de reconocimiento por parte de las figuras significativas para ese momento de su desarrollo. Por falta de reconocimiento se entiende no sólo la respuesta simple de si lo que hace está bien o mal, sino además la estimulación constante para que pueda actuar con iniciativa, explorando y descubriendo el mundo y su propio potencial para actuar sobre el mismo.
En los que desarrollan este tipo de vínculo, el mandato principal que reciben del medio es: "no pienses", el que a la vez actúa reforzando la falta de confianza en las propias determinaciones, lo que constituye la carencia básica de esta posición. De esto se deriva que el área afectada en este tipo de situaciones sea la intelectual, además, las circunstancias evolutivas en las que se desarrolla este tipo de mensajes es una etapa en la que es muy importante el refuerzo de la confianza en sí mismo.
Los tipos de desvalorización y de falta de confianza en sí mismo se manifiestan de muchas maneras, especialmente a través de dudas acerca de sí mismo y de sus propias posibilidades de resolver los problemas que se les presentan. He aquí algunos de ellos:
Dudar del propio valor: no creen merecer vivir de un mejor modo, creen que no pueden tener importancia para las demás personas, en definitiva consideran que son irrelevantes.
Dudar del valor del propio criterio: dudan de todo, no pueden tomar decisiones por sí mismos, pero tampoco confían mucho en los demás ya que luego tienen que decidir con dificultad cuál de todos es el mejor de los consejos que recibieron y a menudo bloquean su acción, es decir que “no hacen nada”.
Dudar de la posibilidad de atravesar los obstáculos: ven la vida con una actitud de fracaso, entonces no intentan nuevas formas de resolver situaciones o son tan pesimistas que no detectan la faz positiva de la vida.
Dudar de hacer las cosas a la perfección: Tienen altos ideales en la vida, quieren hacer cosas importantes, todo les termina pareciendo poco y entonces caen abrumados o en la inacción.
Dudar de tener la fuerza suficiente para enfrentar las situaciones que presenta la vida: las preocupaciones les lleva a tener un prematuro y excesivo desgaste mental ante cada tarea los que los deja sin fuerzas físicas ni psíquicas para cualquier emprendimiento.
Apatía y desinterés: este estado los lleva a considerar que las cosas no valen la pena o no tienen sentido, o bien no encuentran fuentes de motivación para la acción.
Dudar de haber hecho lo correcto con su vida: son personas que sienten que perdieron la senda o el sentido de sus vidas y no encuentran que lo que les toca vivir no corresponde con el sentido de su vocación en la vida.
Desvalorización por sentimientos de culpa: continuamente sienten o se involucran en situaciones que originan deudas de diversos tipos, tanto materiales como humanas.
Desvalorización por sentirse indigno: personas que se consideran sucios y/o indeseables con respecto al aspecto o sus pensamientos. Acosados por un sentimiento de inadecuación.
Los vínculos más frecuentes que establecen son:

1) Vínculo dependiente:
Por fobias, temores o prohibiciones arrastradas desde la infancia, no realizan actividades que quisieran hacer y se justifican culpando al otro. Hay situaciones en las que esta actitud es más marcada en uno de los cónyuges, pero con frecuencia aparece en ambos.
Ej.: La mujer que encubre sus fobias o ataque de pánico quejándose todo el tiempo por no poder salir sola debido a los terribles celos de su esposo.

Para mejorar y revertir este vínculo es necesario:

Aprender a desarrollar la capacidad de experimentar la vida más allá de la sensación de vulnerabilidad. Dar vitalidad a los vínculos.
Permitirse lograr autenticidad a partir de la aceptación de los demás. Dar creatividad al vínculo.
Darse confianza a partir de la entrega, desapego. Dar plenitud al vínculo.
Permitirse afrontar las adversidades, recuperando la confianza en sí mismo y transmutando las adversidades.
Aprender a superar las perturbaciones y la confusión, logrando vínculos desde la simpleza y la espontaneidad. Dar claridad al vínculo.
Aprender a transitar por la inestabilidad emocional y tristeza que produce el fin de una relación y a superar el shock por la pérdida del ser amado. Dar libertad al vínculo.

2) Vínculo depresivo:
No realizan cosas por sentir que no están capacitados o que no están a la altura de las circunstancias. Las palabras más frecuentes en este tipo de vínculo son: suerte, pobrecita, que le va a hacer, etc.
Este vínculo está integrado por una persona que considera que no fue dotada por la naturaleza para hacer frente a las cosas de la vida y otra que acude en la ayuda del que: "pobre hace todo lo que puede...". La acción del "partener" muchas veces inclina el vínculo hacia otro de los tipos (que veremos en otra entrega) como el culpógeno, o de reproche ya que estos se refuerzan y son complementarios.
Ej.: Ella considera que su marido "habla mejor", entonces tiene que comunicarse con las personas con las que se vincula como ser con los maestros de los hijos, invitar amigos, etc., además como él conoce mejor el tema de los trámites, los tiene que hacer él y como es más ordenado tiene que recordar las citas, encontrar los objetos perdidos, etc.

Para mejorar y revertir este vínculo es necesario:

Apreciar la propia contribución al bien común, superando la tendencia a autoanularse. Dar valor y apreciación al vínculo.
Superar el pesimismo y colaborar para atravesar las dificultades en equipo. Dar fe al vínculo. Animarse a pedir ayuda adecuadamente.
Asumir las responsabilidades de la vida de relación. Generar acciones de fortaleza y decisión para los desafíos de la vida. Dar perseverancia al vínculo.
Encontrar la propia belleza a través de la autoaceptación y actuar con asertividad en el contacto social. Dar espontaneidad al vínculo.
Aprender a madurar sexualmente y conocer y aceptar las responsabilidades derivadas de tal crecimiento. Dar madurez sexual al vínculo.
Generar situaciones de protección a uno mismo y hacia los demás en las relaciones interpersonales. Desarrollar conciencia de la necesidad de protección. Aprender a confiar en la ayuda de los demás. Dar protección al vínculo.
Generar fuerza y valentía para sobreponerse a las desilusiones sentimentales y pérdida del ser amado. Dar eternidad y libertad al vínculo.
Expresar la capacidad de brindarse a los demás sin miedo, sin inhibirse por la presencia del otro. No permitir ser tragados por el otro en los vínculos. Dar fluidez al vínculo.


Lic. Oscar Vázquez
Psicólogo y Psicoterapeuta.
Tel: 4803-3538 Y 15-44077420.
e-mail: psiosky@hotmail.com

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me encantò la nota: "Una ayudita..."
Me pareciò muy buena e inteligente.
Tambièn la nota enigmàtica acerca del funcionario que se comprò el depto de 200 lucas. Voy a seguir su desarrollo.
Un saludo y suerte.
Oscar