Por el piso


Por fuera de los comicios para elegir el próximo jefe de Gobierno porteño, donde el gobierno nacional puso a todo su gabinete a defenestrar a Mauricio Macri, lo que más le interesa al matrimonio presidencial es la sucesión o no de Néstor Kirchner el próximo mes de octubre. Hasta ahora, a pesar de las buenas intenciones oficiales, resulta difícil levantar el 5 a 0 con que las urnas castigaron a los ocupantes de la Casa Rosada. Es por eso que, mediciones en mano, siguen de cerca los avances y retrocesos en la popularidad K. Según midió Poliarquía, Kirchner cayó al 55% de su imagen positiva, siendo el más bajo en los últimos tiempos. No obstante, se ubicaría 10 puntos por sobre lo que obtiene su esposa Cristina. Eso hace pensar mucho a gente de gobierno, quienes no estarían viendo con buenos ojos la diatriba de acusaciones contra Macri y su actuación durante el mandato de Carlos Menem. Como siempre, me queda alguna duda a la espera que alguien pueda sacarme de esta condición de tildado en que me encuentro: Si el Diablo es Macri, ¿porqué este gobierno hizo un acuerdo para concederle la concesión de un ramal ferroviario de carga?

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