Otra fiesta en París
Muchos aún se miran con sorpresa y vergüenza cuando se enteraron que el Congreso de la Nación será de la partida del Mundial de Rugby para Parlamentarios. El mismo se desarrollará en París entre el próximo 30 de agosto y el 6 de septiembre. Uno de los detalles de la noticia es que el equipo estará conformado por legisladores y empleados del Congreso, los que viajarán con el auspicio de la Asociación del Personal Legislativo (APL), y que los gastos correrán por cuenta de los integrantes de la delegación oficial (jajajajajaja). Los diputados nacionales Esteban Jeréz, del PRO de Tucumán, y Cristian Oliva, del bloque del Frente Cívico Santiago del Estero, son los nominados, mientras que el resto de los integrantes pertenecen a ambas cámaras, mientras que el capitán del equipo es Carlos Jones, de la Comisión de Justicia de la Cámara baja. Se trata de la cuarta edición de este mundial que reúne a parlamentarios de los principales países del mundo y que se llevará a cabo en los días previos al Torneo Mundial de Rugby, en el que competirá, entre otros, nuestro país.
Comentarios
Pero no puedo dejar de expresar la verdad al respecto de este Torneo.
El Parlamento Francés ha enviado la invitación hace un año y algunos ex jugadores de diferentes clubes de Rugby que desarrollan actividades dentro de Congreso han, desde ese momento, organizado el viaje. El Parlamento Francés, a sabiendas de la "crisis económica" de nuestro país, se ofreció a pagar el alojamiento y la comida de los jugadores. Con lo cual, los jugadores solamente tendrían que pagarse el pasaje. El pasaje se sacó como grupo disminuyendo notablemente los costos y se sacó en vuelo charter (les aseguro que no viajaron en primera ni mucho menos, es más tuvieron una demora de 12 horas para salir), y algunos de los jugadores, tuvieron que viajar a Madrid y luego a París dado que el costo de viajar a Madrid era menor.
El gremio de los trabajadores del Congreso, donó el dinero para comprar las camisetas, medias y pantalón del equipo. También con ese dinero alcanzó para comprar las camisas. Por tratarse de un torneo oficial del Parlamento, los jugadores debieron llevar saco azul, pantalón claro y camisa blanca. Les aseguro que ver las distintas tonalidades de azules de los sacos (algunos más nuevos, otros con varios años de uso) era muy gracioso. Con esto quiero decir que cada jugador llevó la ropa que tenía, no recibió dinero para comprar un traje nuevo.
Por último me gustaría aclararle que cada una de los jugadores tramitó la licencia deportiva que está contemplada por ley. Todos estos jugadores con el espíritu deportivo que solamente pueden comprender quienes han jugado o juegan al rugby, subieron al avión con muchísima ilusión y con mucho orgullo de representar a nuestro país. Cada uno con una bandera argentina cocida en el bolsillo de su saco azul. Y con la esperanza de demostrar que adentro de cada uno de ellos hay “un puma” que espera dar lo mejor en cada partido.