Se viene otro boom literario
"El disparador de esta novela fue la imagen de una mujer sentada en una silla en la cocina de su casa, esperando que una pastilla haga efecto para poderse levantarse y tomar un tren. Esto que para uno puede ser algo de todos los días, pero para ella es una epopeya. Si uno se para a pensar lo que le está pasando al otro, que es lo que obliga un poco la novela, es tan doloroso, tan tremendo, que es mucho más difícil de tolerar que enojarte y decir 'pero por qué no ponés voluntad y caminás un poco mejor'. Si uno se conecta con el 'no puedo' del otro, se produce un dolor tan grande que a veces es más fácil enojarse. Creo que en las relaciones madre-hija hay un montón de dificultades que nos son comunes a casi todos. Con distintos matices, uno se puede sentir más o menos identificado y lo puede haber resuelto de una mejor o de una peor manera. Elena y Rita se quieren pero no pueden hacer con eso más de lo que hacen que es bastante duro, y bastante poco afectivo. La relación pasa más por la agresión y hace un montón de años que viven juntas. Sin embargo, me parece que son dos personajes que a su manera se quieren". Lejos de la ironía de "Las viudas de los jueves", Claudia Piñeiro relató a Télam el camino de su nueva novela ("Elena sabe"), donde una mujer con Parkinson decide investigar la dudosa muerte de su hija (Rita) que, para la policía, se suicidó.
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