El licenciado Periodismo
Puedo considerarme un conocedor de las bondades del periodismo. El reflejar la realidad -a veces con un cierto toque-, el imponer agendas oficiales o no, el de movilizar masas por algún trema trascendental... y así enumerar un sinfín de otras cuestiones. Ahora, jamás me puse a pensar que podría reemplazar el diván y una buena charla con un terapeuta.
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