Una profesión peligrosa

2007 fue el más trágico para los periodistas del mundo desde 1994. Según un balance sobre la libertad de prensa en el mundo, realizado por el Comité para la Protección de los Periodistas, se reveló que murieron 64 periodistas en el ejercicio de su profesión, mientras que durante 2006 la cifra ascendió a 56. Los investigadores aún tienen a estudio otros 22 casos para determinar si su muerte se relaciona con el ejercicio de la profesión. El peor año fue 1994, cuando murieron 66 periodistas, cuando la mayoría de los fallecidos entonces trabajaba en zonas de conflicto como Argelia, Bosnia y Ruanda. Por quinto año consecutivo, Iraq resultó ser el país con más periodistas muertos en 2007, con 31 víctimas. Muchos de los periodistas que murieron en Iraq, incluido Salih Aldin, del diario estadounidense The Washington Post, asesinado de un disparo en la cabeza en Bagdad, fueron el objetivo directo de los ataques. En otros 24 casos se trató de asesinatos. Los 31 reporteros que murieron en Iraq, excepto uno, eran iraquíes que trabajaban para medios locales, nueve de los cuales prestaban colaboración con medios como The New York Times, ABC News, Reuters y Associated Press. “Ser periodista en Iraq sigue siendo una de las actividades más peligrosas del mundo. Trabajadores de la prensa son perseguidos y asesinados con alarmante regularidad. Los secuestran a punta de pistola y luego aparecen muertos o los matan en el acto”, indicó el director ejecutivo del CPJ, Joel Simon. Asimismo, Somalia figura en el informe como el segundo país más trágico para la profesión en 2007. Siete periodistas murieron en ese país africano, y por primera vez en más de 15 años, no murió ningún periodista en Colombia.

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