Fumar es caro y dejar, también
Mañana es el día D. No se trata de ningún acontecimiento importante para la población mundial. A no asustarse... Es el día impuesto para dejar de fumar, vicio que cada día me ocasiona más problemas -incluso de salud- y que los médicos me sugirieron -algunos no de la mejor forma- abandonar. Lo haré por mí y por todos aquellos que me quieren ver mejor. Pero aquí me gustaría puntualizar la poca campaña del Estado para fomentar el no fumar y lo poco que colaboran al respecto las prepagas. Una caja de 21 parches nicotínicos cuestan 190 pesos y otro tanto una droga que sirve para perder las ganas de llevarse un pucho a la boca e inundar los pulmones de humo. Las prepagas no otorgan descuento para dicho medicamento -que en su escencia sirve contra la depresión- porque la intención no es prevenir y el argumento es que los usuarios muchas veces cambian de obra social. En fin, dejaré de fumar aunque no descarto que mis pulmones se sigan inundando de humo mientras el gobierno no puede poner fin a la quema de pastizales.
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Natividad
Graciela