La hora del apriete

Hace unos días, en una reunión familiar, le dije a mi tía: "Dejá de leer ese diario, porque miente y además te está quemando el cerebro". El nombre me lo reservo porque ese medio tiene sus formas y todas son válidas, aunque no las comparta. Pero vale decir que pasé por su redacción hace un tiempo, donde pude apreciar que el apriete era moneda corriente a la hora de conseguir un reportaje para luego publicar lo que ellos querían. Lo cierto era que necesitaba el dinero que me pagaban -hasta que me fui- pero jamás estuve de acuerdo -ni lo hice- el hecho de conseguir una nota a cualquier precio. Esta nota refleja la situación en Argentina y en el resto de los países sobre el ejercicio de la profesión y las formas a la hora de encontrar una primicia.

Comentarios