La maquinita maldita

Hace poco fue Thierry Henry a quien la afeitaron la pelota que estaba en su mano izquierda en la publicidad de Gillette. La razón fue la controversia con la mano previa al gol que posibilitó que Francia empatara con Irlanda y le diera el pase al Mundial de Sudáfrica. Ahora le tocó el turno a Tiger Woods y su confesión de infidelidad para con su esposa. Pero los patrocinadores decidieron seguir auspiciando al golfista. ¿Y al pobre de Roger Federer? En principio no se lo agarró en ningún desliz, pero hay que recordar que no llegó a las finales del Master en Londres. Lo cierto es que en una semana los tres deportistas modelos sufrieron la maldición de la maquinita.

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