Pollock, su locura y sus lienzos en el piso

 


¿Sabía Jackson Pollock dibujar…? Lo cierto es que no, pero amaba el arte y quería ante todo ser artista. Los demás estudiantes se reían de él, pero el pintor no se dio por vencido. Sabía que tenía algo que decir en pintura. Y efectivamente, lo que al final consiguió fue nada menos que crear el primer estilo 100% estadounidense: lo que se conoce como expresionismo abstracto. Hijo de granjero, Pollock pasó su infancia en Wyoming, Arizona y California. 


Al final, sabía que si no podía ir a París, un artista debía ir al menos a Nueva York y ahí estudió en el Art Students League, donde conoció la pintura de los muralistas mexicanos, y al Greco, además de desarrollar su carrera paralela: la de alcohólico. 
Empezó con obras figurativas, pero al final de los años 30 empezó a interesarse por la pintura abstracta, que le permitió desarrollar su arte a pesar de sus carencias artísticas, al menos para los legos en la materia. Pero en 1947 algo cambió. La leyenda habla de accidentes (bote de pintura derramado en el lienzo, salpicaduras….). 
Sea como sea Pollock «creó» el llamado dripping:  en lugar de utilizar caballete y pinceles como Dios manda, colocaba en el suelo el lienzo y sobre él dejaba gotear la pintura. Lo cierto es que este artista de la vanguardia de Nueva York se convirtió en un ícono del arte. Incluso Ed Harris se puso en su piel para reflejar su vida en el cine. 
Es común que muchos al contemplar sus obras diga "ésto lo podría pintar mi hijo de seis años". Pero no... Los críticos americanos, deseosos de un arte puramente estadounidenses empezaron a apoyar este nuevo estilo. Pero no sólo los críticos… Es llamativo que en plena Guerra Fría la CIA financió este movimiento.

                                                                      Foto sacada por MP en el museo MoMa de NYC en 2018.


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