Lo conocemos como una pipa, pero es arte puro


En todo el mundo se lo conoce como swoosh (la traducción sería silbido) y Argentina es el único país que le sigue diciendo pipa. Pero, ¿esos términos fueron en los que Phil Knight y Carolyn Davidson fueron las imágenes en la que se inspiraron para crear el logo de la empresa deportiva Nike? ¿Qué tiene que ver el arte antiguo para que el dueño de la empresa y la otrora estudiante de diseño gráfico en la elaboración del logo más famoso del mundo? Hoy, esa creación del año 1971, cuando la empresa creada en 1968 para importar zapatos de correr de Japón a Estados Unidos, bajo el nombre de Blue Ribbons Sports, conocida como BRS por quienes compraban sus productos, decidió llamarse Nike y durante el año 2019 -último con datos concretos- generara 150 billones de dólares. Sin embargo, una de las versiones, quizás la más concreta, es que tanto el creador de la firma como por quien diseñó el logo se habrían inspirado en el ala de Niké, la diosa de la Victoria, o mundialmente conocida como la Diosa de Samotracia, que está expuesta en el museo del Louvre, tras llegar a París el 11 de mayo de 1864, un año después de su descubrimiento.

Sus 2,45 metros del más puro mármol jamás creyeron ser la inspiración de uno de los logos más famosos del mundo. Niké o la Diosa de Samotracia, junto a La Gioconda y la Venús de Milo son las estrellas del museo del Louvre. La estructura llegó hace más de 150 años totalmente mutilada, sin la cabeza y con fragmentos sueltos a tierras francesas. 

Representa a Niké, la diosa de la Victoria, posándose sobre la proa de una nave y que parece elevarse a los cielos. Su descubridor, Charles Champoiseau, no era un arqueólogo sino un diplomático que se desempeñó como cónsul en varios países. Tras deambular por varios lados se instaló en la actual Enez, en la costa griega, desde done se podía divisar la silueta de la isla Samotracia.

A partir de los relatos de lugareños, Champoiseau comenzó a realizar excavaciones y sus trabajadores descubrieron un hombro de mármol. "Señor, hemos encontrado a una mujer", gritaron al descubrir uno de los bustos de la marmórea silueta. Es así como se descubrió a una de las más extraordinarias obras de la Antigüedad clásica. Tras el hallazgo, se embalaron los trozos y en una nave partieron rumbo a Estambul para comenzar un largo periplo por el Mediterráneo hasta llegar en mayo de 1864 a París, donde comenzó un proceso de recomposición que concluyó 119 años después.

Todo ésto le era ajeno a Phil Knight y su entrenador William Bowermarn cuando decidieron un emprendimiento allá por el año 1968. De aquella comercializadora de calzado para correr conocida como BRS se pasó, tres años después, a Nike. Con el afán de ser conocidos y que tuvieran que ver con movimiento y victoria, fue que pensaron en su logo.

Knight daba clases de contabilidad en la universidad y fue allí donde conoció a Carolyn Davidson, una joven estudiante de diseño gráfico. Le ofreció hacer el logo que representaría a la empresa y le reclamó premura, ya que tenía cientos de cajas de calzado que debía entregar a la brevedad.

Carolyn sólo tardó 17 horas y media en entregarlo y los fundadores de Nike le pagaron dos dólares por hora de trabajo... ¡Siiiiiiiii, le pagaron 35 dólares! Nunca olvidar que se trata de una empresa que en 2019 reportó beneficios por 150 billones de dólares. Es por eso que en 1983 la empresa le entregó a Davidson un anillo de diamantes y acciones de la firma... De la nada misma a un jugoso reconocimiento.

Davidson se inspiró, según una de las versiones de la historia, en el ala de la diosa griega Niké, a la que llegó tras relacionarla con el nombre de la empresa para la que había sido contratada. Sin embargo, se trata del Lado B de la historia ya que muchos insisten en que se trata de una pipa. También se dice que fue el mismísimo Knight quien indagó en el mitología griega hasta dar con Niké en su afán con lograr un nombre que a la empresa con la victoria. De ahí a borrar el acento en un sólo paso.

"No estoy enamorado del logo, pero me voy a acostumbrar". Esas fueron las palabras del dueño de Nike, apurado por el embarque de calzado deportivo que debía estampar en las cajas. Metió su mano en el bolsillo y pagó los 35 dólares por el trabajo de Carolyn Davidson para crear lo que muchos conocen como swoosh o silbido y para otros, en especial en Argentina, una simple pipa. Hoy, swoosh, pipa o el ala de Niké vale millones de dólares.




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