Cheeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!

"Un poco de locura siempre es buena". Esas fueron las palabras que cerraron el diálogo entre Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara en un balcón de México donde se dio el puntapié a la revolución cubana. O al menos esas fueron las palabras utilizadas por Steven Soderbergh para dar arranque a la película "Che" que por estos días se puede ver en la cartelera argentina. Un gran documental y una exquisita actuación de Benicio del Toro, pero con algunas puntas para sacar a la luz. Es de extrañar que un director galardonado -cabe recordar que dirigió Traffic-haya dejado escapar aspectos que podrían ser típicos de un principiante, como el reloj futurista que tiene el personaje de Fidel, lejos de ser un modelo utilizable a fines de la década del 50 u obviar el desembarco fallido de los revolucionarios. A grandes rasgos es una película digna -en cuanto a su primera parte, ya que se exhibe de esa manera- pero que podría haber sido subtitulada, ya que hay dificultades notorias en el sonido. Pero por sobre todas las cosas destaca la ética del Che, que lleva a que uno se pregunte si no fue el único personaje ético de la historia argentina.